
Será en septiembre cuando llegará a los concesionarios la cuarta generación del Mazda MX-5 recurriendo a las condiciones de la primera generación como, la tracción trasera, su máxima ligereza, sencillez, asequible tanto de adquirir como mantener y, sobre todo, con gran diversión a sus mandos.
Lo que pretende la marca no es hacer un coche muy rápido o sumamente deportivo, sino conseguir un equilibrio perfecto entre todos estos aspectos.
El nuevo Mazda MX-5 viene mejor aislado e insonorizado ya que su capota de lona, de accionamiento manual, se libera con un gancho en el centro del marco del parabrisas y se puede desplazar hacia atrás desde el propio asiento para luego enclavarla en su receptáculo.
Es suficiente trazar dos curvas para percibir su agilidad y ligereza. Además, presente una gran precisión y entre las ayudas electrónicas a la conducción que puede tener, destaca, el aviso de vehículos en el ángulo muerto, de cambio involuntario de carril, el de tráfico cruzado al maniobrar marcha atrás, capó activo, de iluminación adaptativa o cambio automático entre luces cortas y largas.
En lo que a mecánica se refiere, este nuevo modelo también incorpora cambios, por la llegada de los propulsores Skyactiv de gasolina atmosféricos.