Este año ha sido Mazda el protagonista de la impresionante escultura del Festival de Goodwood. Al igual que en años anteriores, el Festival de Goodwood sorprende con su escultura, la cual le rinde homenaje a la historia de las marcas automotrices más emblemáticas, y este año el afortunado fue Mazda. Goodwood quiere rendir homenaje a la historia de la marca japonesa en el mundo de la competición y así es que en la escultura se encuentran dos de sus vehículos más icónicos de competencia: el Mazda 787B y el LM55 Vision Gran Turismo. Gerry Judah, que fue el artista que creó la escultura dijo, que está inspirada en el lenguaje de diseño Kodo que Mazda aplica a sus modelos de producción. La escultura cuenta un total de 120 toneladas de acero, las cuales van distribuidas en 418 barras en distinto ángulo que van hasta una altura de 40 metros. Con dicha obra, se busca rendirle homenaje a la historia de Mazda en competición, la cual se remonta a los años sesenta.